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En las buenas y en las malas

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MissPelu-sa's avatar
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Moon y Luke

                               

Biagio era un hombre respetado por todo el que lo conociera o trabajara con y para él. Lo que él decía se hacía, a pesar de todos, en especial para Luke y Moon, sus dos títeres.
Controlarlos no se le hacía difícil, ella es especial era muy manipulable desde que había caído en sus manos. Luke en cambio era otro cuento.
Mucho más reacio que antes, últimamente presentaba otras actitudes y no mostraba la misma predisposición que antes a realizar algún trabajo sucio. Solía ser hasta amable con su persona, sumiso y callado, sin aportar comentarios por nada, se había acostumbrado a no presentar resistencia cuando su amo se disponía a hacer uso de la existencia del muchacho y su múltiple utilidad.
Pero hubo un cambio en el chico, uno que Biagio notó y no se supo explicar. Luke se había resistido a dejarse a merced de ese demonio, a dejar que hiciera lo que quisiera en un abuso de poder. La primera vez, creyendo que sería algo temporal, lo corrigió con una poco relevante advertencia que le dejó al chico en claro que no intentara jugar a nada con él y lo dejó estar. 
No fue tan generoso la segunda vez.
 

Tras una imprudencia por parte de Moon, la segunda joven bajo el mando de Biagio, Luke la defendió sin dejarse intimidar por esa mirada con la que solía dirigírseles siempre su represor. Que el joven muchacho le faltara el respeto levantando el tono de voz sin dejarse redoblar por lo que le dijera cuándo lo dijera, no era algo que Biagio supiera tolerar.
Enfrentados en la sala de estar, el muchacho se negó a obedecerlo y sorprendentemente llegó a resistir con gran maestría la energía represiva que Biagio aplicaba sobre su mente con solo mirarlo fijamente a los ojos. Sorprendido por no poder ejercer su poder sobre el joven, se molestó, pero se controló increíblemente bien.

—Moon—dijo manteniendo la calma—. Vete un segundo.
La chica, asustada, lo miró sin fuerza para mover un musculo. Al momento, le dirigió su mirada a Luke.
—¡Sal de aquí! —le gritó el hombre, exasperado, haciendo que la chica saltara del sofá y se dirigiera a su habitación sin decir palabra.

A Luke le salió caro su intento de rebelión. Biagio lo quebró a punto tal que al chico le daba lo mismo llorar frente a él o que lo viera como un débil. Lo vació. Tomó todos sus miedos y les dio vida, lo torturó manera tal que Luke no creyó poder salir de esa.
Todo estaba oscuro.
Todo era gritos y llanto.
No veía nada pero lo sentía todo.
Fantasmas de personas que sufrían, lo atravesaban como si no estuviese allí. Al hacerlo, todo el sufrimiento que era experimentado por esos desconocidos lo atravesaba como una flecha en llamas. La experiencia le resultó horrible desde el momento en que se vio atrapado en ese oscuro y cerrado lugar en el que, a pesar de estar solo, era acompañado por gente que sufría permanentemente. Sentir todo ese dolor por ajeno que fuera le resultaba torturador a un nivel increíble. No recordaba dolor físico que se le comparara.
Luke cayó de rodillas frente a su verdugo. Se desbordó en un llanto desgarrador que no intentó disimular ni calmar en absoluto. Moon se cubrió los oídos y retrajo las rodillas contra su pecho buscando hacerse lo más pequeña posible al escuchar sus gritos de sufrimiento.

Biagio sonrió victorioso mirándolo desde donde estaba con una mirada cruel clavada en el joven rubio que estaba ahora destrozado por completo.
—No vuelvas a desafiarme—le dijo sin dejar de mirarlo—. No querrás saber de lo que soy capaz.

Su gruesa voz tenía un tono frío, carente de humanidad. Sus ojos perdieron la tonalidad escarlata que habían tomado y se aclararon hasta llegar a un gris opaco. Su expresión se relajó y él aflojó los músculos. Tomó su chaqueta y se fue del apartamento.


Con algo de miedo, Moon entreabrió la puerta de la habitación al oír que había salido y dudosa, espió desde donde estaba. No podía ver a Luke pero podía oírlo sollozar.  Ante eso, dejó todo miedo de lado en un arrebato de preocupación por el chico. Tambaleante, se detuvo frente a él. Luke, aun arrodillado en el liso suelo embaldosado de aquel lujoso apartamento que era su cárcel, sollozaba inconsolablemente. Todavía sentía la abrumadora sensación de experimentar el sufrimiento de esas personas. Niños, mujeres, hombres… todos padecían de desdichas que los hacían infelices. Sus  corazones eran reinados por la tristeza y el dolor, y Luke había experimentado todo ese sufrimiento con la fuerza de una cachetada en cuestión de dos minutos eternos.

 —¿Lu… Luke? —dijo la chica a pasos de él, pasmada ante la imagen.

 El muchacho, sin levantar mucho la mirada, vio las piernas de su compañera de pesadilla frente a él.
Sin desear que lo mirara a los ojos, se quedó donde y como estaba. Sin conseguirlo, intentó calmarse. Intentó detener su irracional y descolocado llanto, trató dejar de sollozar. Se limpió la cara con el dorso de la muñeca pero inmediatamente volvió a desbordar en lágrimas.
Moon buscó un pañuelo pero no encontró nada, por lo cual se desató el suyo, que le servía para completar su atuendo diario, consistente en una camisa blanca, una falda azul y aquel pañuelo rojo rodeándole el cuello. Se arrodilló junto a su amigo y lo tomó de la muñeca derecha con la cual intentaba secarse en vano la cara. Luke dio un respingo ante su toque y ella, en acto reflejo, igual. Ambos se miraron un segundo, él con miedo y ella con lastima.
Ninguno dijo nada. Moon intentó nuevamente secarle la cara pero el chico se resistió.

—De-déjame—dijo entre sollozo y sollozo.
—No—se negó ella casi instantáneamente—. No lo haré.
A su pesar, Luke dejó que Moon le secara el rostro. El lindo pañuelo rojo se humedeció y absorbió todas las lágrimas del muchacho que de a poco lograba respirar con normalidad.

 El chico se sentía devastado, humillado, deshecho.
Se sentía solo.
Y eso se sentía horrible.

 —Lo que hiciste fue muy valiente—le dijo Moon con un tono suave—. Y peligroso.
—Fue estúpido…—repuso él con la voz rota, esquivando su mirada—. Soy un idiota.
—Yo no creo que lo seas—se opuso—. No dejaste que te diera miedo. Aun si lo sentías no dejaste que lo notara. Yo en cambio, lo único que supe hacer fue ir a esconderme…
Luke seguía evitando la mirada de la chica que intentaba verlo para saber si le había hecho algo físicamente.
—Sé que la pregunta es estúpida pero aun así debo hacerla—dijo ella mirándolo con preocupación—. ¿Estás bien?
—Define bien—ironizó el chico.
Moon hizo una mueca de arrepentimiento que él vio de refilón. Suspiró pesadamente y tragó saliva.
—Lo siento—musitó—. No quería... perdona.
—Yo lo siento—lo interrumpió ella—, no tenías por qué defenderme. Es mi culpa que te hiciera esto…—expresó con pena en su voz—. No puedo hacer nada bien. Siempre arruino todo—dijo agachando la cabeza. —La idiota soy yo… soy pésima amiga—se lamentó y su voz amenazó con quebrarse.

Moon era algo así como una niña atrapada en el cuerpo de una adolescente que no solía mostrar lo que sentía y la mayoría de las veces adoptaba una actitud aniñada. Sin recuerdos ni idea de quién o qué había sido en su vida pasada, sola en el mundo y bajo las órdenes de un tirano como lo era Biagio, se limitaba a aceptar que debía hacer y a conformarse con lo que tenía. Y todo lo que tenía era representado por su mascota, Molokai, su novio, Jake, y su único amigo, Luke.
Ese joven de cabello rubio y ojos almendrados había sido siempre su acompañante en esa pesadilla que representaba el vivir bajo las reglas de Biagio Blair. Aquel que la encubría cuando hacía una locura, el único que se preocupaba verdaderamente por si le pasara algo, el único ser humano que le había dado una mano, el que caminaba junto a ella en el maltrecho y feo camino que la vida le había hecho transitar, su única familia, el hermano mayor que nunca tuvo, quien estaba con ella siempre, en las buenas y en las malas.
Si el chico se armaba de valor para servirle de escudo contra el demonio sin corazón que era dueño de sus vidas, arriesgándose a las agravadas consecuencias, sentirse mal ante pensar lo que podría pasarle era poco. Ya lo había enfrentado una vez, Biagio le había tenido piedad, esa segunda vez igual, no quería arriesgarse a averiguar que pasaría a la tercera.
Dos lágrimas rodearon sus pómulos a la vez y ella las detuvo antes de que llegaran a su mentón. Luke la observó en silencio, ya calmo, con el pulso y la respiración en una constancia regular.
—Promete que no volverás a hacerlo—le pidió la chica levantando la mirada para verlo a los ojos—. ¡Prométeme que no volverás a enfrentarlo de esa manera a pesar mío! —le pidió con varias lágrimas rodeándole los ojos, amenazando con desbordarse y rodar por su rostro.
—Piensa en lo que te hubiera hecho, Moon.
—¡Piensa en lo que te hizo a ti! —le reprochó, dolida de ver que no parecía darse importancia a sí mismo—. Enserio creí que te mataría cuando te oí gritar.  Piensa en lo que dejarías atrás si te arriesgas a hacer que te mate—le gruñó—¡Piensa en Crystal! —exclamó. —Piensa en mí... ¿No soy tu amiga? —lo miró fijamente—. No puedes dejarme sola— sollozó aterrorizada negando con la cabeza.

Luke estaba ciertamente conmovido pero ya había llorado demasiado  y no se sentía capaz de derramar ni una lágrima más. Comprendió lo que Moon sentía en ese preciso instante. Ese miedo que solo causa el pensamiento de estar solo, sin nadie a tu lado en quien respaldarte en un mal momento, o solo para olvidarte de que todo es una mierda por unos minutos. Ese temor que solo crece cada vez más al pensar en perder a la única amistad que tienes. Ese miedo que estuvo abrazado a Moon mientras Luke era mentalmente torturado y que aun no la soltaba, ese que no sabía adiestrar como a cualquier otro.
—Por favor, Luke—le pidió secándose el rostro con la manga de su camisa—No vuelvas a hacerlo… si quieres decir que eres un idiota, de acuerdo, pero no lo eres. Y aunque lo fueras, yo te quiero—dijo con firmeza, aunque sí algo avergonzada. —Te quiero, idiota.

Esa tierna frase, lo sorprendió. La sinceridad con la que lo dijo y la incomodidad que pudo ver le había causado, lo hicieron sonreír.
Obedeciendo un impulso que lo asaltó de repente, Luke abrazó a Moon sin que ella tuviese tiempo de reaccionar. No era una acción que llevaran a cabo muy seguido, no sería si no la tercera vez que la abrazaba desde que la conocía, pero sentía la necesidad de hacerlo. Quería hacerlo. Ella correspondió el abrazo ni bien pudo entender lo que el chico estaba haciendo y como segunda reacción liberó la presión que sentía en su pecho con un llanto opacado en el hombro de su amigo.

—También te quiero, Moon—murmuró él con un pesar menos en la espalda.

Los dos encontraron alivio y consuelo en aquel abrazo. Sabían que podía contar con el otro, a pesar de quien fuera, estarían juntos, en las buenas y en las malas.

Empezar mal para terminar bien, siempre pasa algo malo antes de que pase algo bueno, es ley eso. :’v 
HOLIII, como andan? (? Bueno, eto… esta cosa sería para un concurso que organizó YuliTheKiller «Friends matter too», ¡PERO! 
1- Eso terminó el domingo pasado  
2- No participo por el premio
3- Medio se lo presento como regalo because ella se lució en mi cumpleaños escribiéndome algo muy guay y yo no le di nada en el suyo y y y y y y :’v 

 Sé que dejé a Biagio como alguien sin corazón, but… la dueña no me da otra imagen de él excepto cuando está con la pareja! Típico, maltratas al mundo entero pero estas enamorado y con la afortunada sos un amors. Igual lo amo <3 Tenía que hacer pasar a los chicos por algo malo porque si no ¿como iban a mostrarse que se querían? Ah. –en parte me inspiré en un viejo escrito de Yuli que podrían leer---> fav.me/d94oy75
 
 Perdonen, no estuve muy creativa y la idea de solo mandarlos a comer helado y confesarse que se quieren y son buenos amigos no se cruzó por mi cabeza. Yo sé que Luke y Moon van a ser libres y que Biagio va a cambiar o algo, ió lo sé.
 En fin, espero que te guste Yuli :heart:

Los personajes no me pertenecen, Biagio, Luke, Moon y Molokai(? Son de Yuli uwu
Jake, quien es mencionado una vesh sholita es de XD-ale-XD y la tal Crystal sí es mia(?)
Gracias a los que den fav o a los que simplemente se molesten en leer :la::la::la:
-Pelu
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Comments5
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ReyEspectro's avatar
Entiendo que este escrito está inspirado en otro :D no se de que trata el original pero este corto estuvo muy interesante. :D :D Congratulations